El Cartel de Sinaloa financió la campaña de AMLO en 2006 revela una investigación de 2010
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Una investigación realizada entre 2010 y 2011 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la agencia antidrogas DEA ha desvelado pruebas sólidas que sugieren que el Cartel de Sinaloa contribuyó con entre 2 y 4 millones de dólares a la campaña de Andrés Manuel López Obrador durante su candidatura a la Presidencia en 2006.
Durante esta indagatoria secreta, la Fiscalía elaboró informes confidenciales y obtuvo grabaciones de audio donde testigos tanto del Cartel de Sinaloa como del círculo cercano de AMLO confirmaron la existencia del financiamiento ilícito.
Los detalles de esta investigación, conocida como “Operación Polanco”, han salido a la luz tras años de secretismo. La trama involucra a importantes figuras del narcotráfico y del equipo de campaña de López Obrador.
Según los informes, Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, entregó el dinero a miembros del equipo de campaña de AMLO, a cambio de protección y la influencia en el nombramiento del Procurador General de la República si López Obrador ganaba las elecciones.
Beltrán Leyva, junto a sus socios “El Chapo” Guzmán e “El Mayo” Zambada, era una figura clave en el Cartel de Sinaloa. Por parte del equipo de AMLO, los responsables de recibir y canalizar el dinero fueron Nicolás Mollinedo, conocido como “Nico”, y Mauricio Soto Caballero, actualmente miembro del congreso de Morena.
Nico, quien trabajó estrechamente con López Obrador desde 2000 hasta 2014, era uno de sus colaboradores más cercanos y coordinador logístico durante las campañas. Soto Caballero, por su parte, ha trabajado con AMLO durante más de 18 años y ha sido un operador importante en sus campañas presidenciales.
La investigación revela que las entregas de dinero se coordinaron en una casa en la colonia Polanco, donde Nico y Soto Caballero tenían sus oficinas. Además, se menciona la participación de otros personajes como el empresario Francisco León García y Emilio Dipp Jones.
Esta trama, que involucra a figuras del narcotráfico y la política mexicana, plantea importantes preguntas sobre el financiamiento de las campañas electorales y la relación entre el crimen organizado y el poder político en México.