Las detenciones de migrantes en la frontera sur de EEUU caen a mínimos históricos tras restricciones al asilo
En un comunicado emitido este miércoles, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó que las detenciones de migrantes que cruzan de manera irregular la frontera sur del país han disminuido significativamente, alcanzando cifras que no se veían desde 2021.
Actualmente, las autoridades estadounidenses reportan un promedio diario de 2.400 arrestos, marcando un cambio drástico tras la implementación de nuevas medidas restrictivas al asilo bajo la administración de Joe Biden.
Las recientes políticas, implementadas a partir del 5 de junio, buscan restringir el acceso al asilo a la mayoría de personas que crucen la frontera sin autorización, con excepciones limitadas. Estas restricciones se mantendrán vigentes hasta que el promedio diario de arrestos se reduzca por debajo de los 1.500 durante siete días consecutivos.
La decisión de Biden de endurecer las políticas migratorias responde, en parte, a la presión política generada por la contienda electoral próxima, donde temas como la migración y la seguridad fronteriza se perfilan como cruciales. Con su adversario político, el expresidente Donald Trump, intensificando discursos y propuestas de línea dura contra la inmigración, el gobierno demócrata ha tomado medidas cada vez más restrictivas en un intento por mostrar control y seguridad en la frontera.
Según encuestas recientes, la gestión de la migración es una de las principales preocupaciones entre los votantes de cara a las próximas elecciones presidenciales. La Casa Blanca ha destacado la disminución en las detenciones como un logro significativo de las políticas adoptadas por Biden para proteger la frontera y garantizar la seguridad nacional.
Bajo las nuevas normativas, aquellos considerados “no aptos” para solicitar asilo son rápidamente deportados a México o retenidos en centros de detención hasta que se gestione su deportación. Esta medida ha resultado en la deportación de aproximadamente 24.000 personas hacia más de 20 países en las últimas semanas, mientras se ha reducido en un 65 % la cantidad de migrantes que pueden ingresar al país con una orden para comparecer ante un juez de migración.
Antes de la implementación de estas restricciones, los migrantes que llegaban sin autorización a Estados Unidos podían solicitar asilo y, tras pasar una entrevista de miedo creíble, se les permitía permanecer en el país mientras se resolvía su caso. Sin embargo, las nuevas políticas exigen que los solicitantes estén físicamente en suelo estadounidense para poder presentar una solicitud de asilo.
En respuesta a las nuevas regulaciones, grupos de derechos civiles han presentado demandas legales argumentando que las restricciones son inconsistentes con la ley de asilo promulgada por el Congreso, la cual permite a los inmigrantes presentar solicitudes de asilo ya sea que ingresen por un puerto de entrada o no.
La crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos no es un fenómeno aislado, sino parte de una tendencia regional más amplia. En todo el continente americano, más de 21 millones de personas se encuentran actualmente desplazadas, buscando mejores oportunidades económicas y huyendo de crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Ecuador y Haití. Esta situación refleja un desafío global en materia de migración y refugio, según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
