El jugador de béisbol Juniel Querecuto finalmente cumplió su sueño después de casi siete años de espera al volver a jugar en un juego de Grandes Ligas. Su última aparición había sido el 30 de septiembre de 2016 con los Rays, y el viernes 15 de septiembre de 2023, fue utilizado como corredor emergente por los Cardenales de San Luis frente a los Filis de Filadelfia. En su primera aparición, anotó una carrera crucial para su equipo.
La noche siguiente, el manager Oliver Mármol le dio la oportunidad de jugar como octavo bate y camarero en la alineación de San Luis, a pesar de la derrota final por 6-1 ante los Filis. Aunque Querecuto se ponchó en su segundo turno al bate ante el zurdo Ranger Suárez, su regreso a las Grandes Ligas fue un momento emocionante después de años de perseverancia.
A pesar de no conseguir hits en cuatro visitas al plato durante el juego, Querecuto cosechó los frutos de su arduo trabajo y dedicación a lo largo de su carrera, que incluyó la participación en 1,143 juegos de ligas menores. Su espera de 2,541 días entre juegos de Grandes Ligas es un testimonio de su determinación.
Antes de su regreso, solo el lanzador Juan Carlos Pulido había esperado más tiempo entre dos comparecencias en las Grandes Ligas. El zurdo Pulido debutó con los Mellizos de Minnesota en 1994 y pasaron 3,309 días, poco más de nueve años, antes de su siguiente aparición en las Grandes Ligas.
Querecuto, originario de Barquisimeto, Venezuela, ha tenido una carrera diversa que incluyó tiempo en las filiales de los Cachorros de Chicago, los Expos de Montreal y los Mets de Nueva York, así como experiencias internacionales en Taiwán, Japón, México y la Liga del Atlántico (independiente).
El regreso de Querecuto a las Grandes Ligas es un recordatorio de que “nunca es tarde cuando la dicha es buena”, y su historia inspiradora es un ejemplo de perseverancia y pasión por el béisbol.